Los 5 tipos de sabores, y dónde están sus receptores en la lengua

Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto un nuevo sabor el cual incluso cuenta con receptores específicos en la lengua. Sin embargo, a muchas personas les gustan algunos alimentos que tienen este tipo de sabor, entre ellos bebidas como el café. Curiosamente, también parece estar vinculado al sentido del equilibrio, estando el tipo de canal (OTOP1) relacionado con su percepción tambén en el sistema vestibular. Sus principales receptores se encuentran en las bandas o laterales más posteriores de la lengua, cercanas al paladar y la faringe. El sabor umami se relaciona principalmente con el glutamato, uno de los 20 aminoácidos presentes en las proteínas de la carne, el pescado y las legumbres. Las células encargadas de hacer esto se denominan células receptoras del gusto tipo III.

El sodio permite un equilibrio de electrolitos y líquidos, por ello se cree que el mecanismo evolutivo para identificarlo se llevó a cabo con el propósito de favorecer dicho equilibrio. En esto último, el olfato juega un papel increíblemente relevante (más incluso que el de los sabores básicos). Este sentido está intrincado en nuestro cerebro, estimulando recuerdos y asociándose a experiencias. Nuestras glándulas olfatorias están increíblemente desarrolladas para captar cantidades increíblemente mínimas de sustancias químicas. Esto es solo la punta del iceberg para explicar que el sabor, en su todo, es un estímulo terriblemente complejo y sofisticado.

Dulce

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La percepción de este sabor es importante durante toda la vida, y generalmente los alimentos que nos gustan llegan a hacerlo a través de un proceso de habituación en que inicialmente nos resulta desagradable. La mayoría de receptores de este sabor si sitúan en la parte más interna de la lengua, en su parte medial. Sustancias tóxicas producidas por las plantas y por microorganismos presentan también sabor amargo. Otros compuestos con sabor salado son el sulfato de magnesio (MgSO4), el cloruro de potasio (KCl), el cloruro de magnesio (MgCl2) y el cloruro de calcio (CaCl2). Los endulzantes sintéticos aspartamo y sacarina son dulces, aunque su estructura no está relacionada con los carbohidratos.

Salado

Identificar el sabor amargo funciona para advertir contra la ingestión de sustancias tóxicas y nocivas. Los especialistas han identificado una treintena de receptores de los sabores amargos. El umbral para clasificar a un alimento como amargo se realiza a partir de la quinina.

Sabor dulce

Los sabores oficialmente aceptados como tales son los anteriormente mencionados, si bien existen otros tipos de sabores propuestos y que se encuentran en estado de investigación. Sabor y gusto son palabras que evocan placer y bienestar, que nos hablan de percepciones generalmente positivas y experiencias que nuestro organismo nos permite y facilita en el día a día. El sistema gustativo también puede distinguir el sabor del agua, la grasa y carbohidratos complejos, cuyos mecanismos aún no han sido descubiertos. El glutamato sirve como resaltador del sabor en la forma del aditivo glutamato monosódico o MSG. Los mensajes procedentes de la parte anterior de la lengua viajan a través del nervio lingual y llegan a la cuerda del tímpano. Los dos tercios posteriores de la lengua están unidos a los centros nerviosos encefálicos a través del nervio glosofaríngeo.

El sabor y el cerebro: el todo es mucho más que la suma de sus partes

  • A pesar de que podemos notar mayor sensibilidad desde diversas partes de la boca, lo cierto es que todos los sabores se detectan con toda ella a pesar de la disposición mayoritaria de las papilas en ciertos lugares específicos.
  • A lo largo de este artículos vamos a mencionar los principales tipos de sabores existentes.
  • Cada ácido proporciona acidez y altera el sabor originario de un alimento.
  • Estos son los que realmente detectan las moléculas disueltas en el agua de la saliva, y que mandan la señal a nuestro cerebro, el cual lo interpreta como uno de los sabores principales.
  • Como sucede con los champiñones y el resto de hongos secos, en general, que tienen una gran cantidad de sabor a umami.

La miel, el zumo de frutas, el caramelo y el azúcar son solo algunos ejemplos del tipo de sabor dulce. Estas agrupaciones pueden dar la idea equivocada de que solo saboreamos ciertos sabores con partes concretas de la lengua. A pesar de que podemos notar mayor sensibilidad desde diversas partes de la boca, lo cierto es que todos los sabores se detectan con toda ella a pesar de la disposición mayoritaria de las papilas en ciertos lugares específicos. Otro posible gusto que se ha investigado en universidades como la Oregón no ha pasado aún de ser un presupuesto teórico, no habiéndose encontrado por el momento (se encuentra bajo investigación) un receptor específico. Este sabor se deriva de la percepción de los oligómeros de la glucosa, los cuales pueden detectarse incluso cuando se bloquean los receptores del dulce. Este sabor se asocia generalmente a compuestos hidrocarbonados como los azúcares, y por lo general se considera que la mayoría de receptores de este sabor se encuentran en la punta de la lengua.

Se encuentra en gran cantidad de productos, incluyendo carnes, salsas (suele usarse como potenciador, de hecho) y quesos. Se considera que los receptores de este sabor se encuentran repartidos por toda la lengua, en su superficie. Tal y como hemos mencionado anteriormente, nuestro sentido del gusto nos permite detectar una cierta variedad de sabores gracias a los receptores de los que disponemos en nuestra lengua (y en parte del paladar). Principalmente y hasta el momento, se han encontrado cinco sabores básicos que nuestro organismo es capaz de captar. Alimentarse y nutrirse es algo fundamental para nuestra supervivencia, pero lo cierto es que los diferentes elementos poseen distintas composiciones y propiedades químicas que tanto el olfato como el gusto son capaces de percibir.

Patologías del gusto

La sacarina, por ejemplo, puede activar los receptores dulces a bajas concentraciones, pero a altas concentraciones activa los receptores amargos. Un dato curioso es que los gatos son indiferentes a los sabores dulces por una mutación en su receptor del dulce. Los receptores de dulce reconocen azúcares simples como sacarosa, fructosa, glucosa, sacarina, acesulfamo K, aspartamo, ciclamato, D-aminoácidos y el aminoácido glicina. Los corpúsculos gustativos aparecen como casino oline cuerpos ovalados o alargados que se abren a una pequeña cavidad, el poro gustativo. En el corpúsculo se encuentran entre 50 a 100 células alargadas y dispuestas como las túnicas de la cebolla que se estrechan hacia el poro gustativo. Sin embargo, los seres humanos podemos adquirir un gusto por saborizantes poco atractivos, como el café o los alimentos fermentados; son lo que se conoce como gustos adquiridos.

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